Faltan aproximadamente seis semanas para que nazca tu bebé y es normal que a partir de ahora y conforme se acerque tu fecha de parto comiences a preguntarte por aspectos que antes ni siquiera habías pensado.Una de las principales preocupaciones de las mujeres embarazadas es que su bebé no logre acomodarse y continúe en la posición “de nalgas” o de pies (presentación podálica).
Sin embargo, el parto de algunos bebés que vienen en esta posición puede atenderse sin peligro por medio de un parto vaginal, es decir, sin necesidad de una cesárea.
Por eso, es muy importante que visites a tu médico con regularidad, ya que él puede saber si tu bebé viene de nalgas y ayudarte a planear y decidir qué hacer.
Hay algunos ejercicios que puede recomendarte para ayudar a que tu bebé se voltee de cabeza e incluso hay una técnica llamada versión cefálica externa en la que puede tratar de voltear manualmente al bebé. Para realizar este procedimiento tendrás que estar en la semana 37 más o menos.
No te angusties demasiado. Por lo pronto, tu bebé ha alcanzado los 32 cm y pesa alrededor de 2.275 kg. A pesar de que sus dedos son muy pequeños, sus uñas ya están perfectamente definidas.
Sabías que…
Las cesáreas en México se han incrementado considerablemente en los últimos 10 años, en particular en las instituciones de seguridad social y en el sector privado, y los niveles alcanzados superan por mucho el estándar fijado por la Organización Mundial de la Salud. Dicho incremento ha colocado el porcentaje nacional de cesáreas en poco más del 35%.
Este porcentaje podría resultar aceptable en embarazos de alto riesgo, pero a nivel nacional no hay ningún factor -altas prevalencias de diabetes e hipertensión arterial o alteraciones del crecimiento de los bebés- que pudiera justificar una cifra tan elevada de partos quirúrgicos. De hecho, en un estudio realizado en el Instituto Mexicano del Seguro Social se concluyó que un alto porcentaje de las cesáreas llevadas a cabo en esa institución estaban poco justificadas desde el punto de vista médico.
La única variable que parecería justificar este aumento son las cesáreas previas. Una nueva intervención quirúrgica en estos casos evita, según algunos investigadores, una ruptura uterina. Sin embargo, hay datos que permiten concluir que, salvo en situaciones muy específicas, las cesáreas repetidas no incrementan la seguridad ni confieren beneficios adicionales que un parto vaginal.
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